05 octubre 2007

Cuento: Pensamientos durante la noche


Evelyn Hugo
No quiero abrir los ojos porque debe estar todo oscuro. ¿Qué pasa si los obro, y el “cuco” no alcanza a esconderse en al armario? En el colegio me enseñaron que no es bueno arriesgarse. Por eso no debo hablar con extraños, tengo que mirar a ambos lados de las calles antes de cruzar, no tengo que jugar con fósforos, etc. Es una lista interminable de cosas que los niños debemos saber para no correr riesgos. Es mejor no exponerse a peligros y mantener los ojos cerrados. Me quedaré despierto, pero no abriré los ojos. Esperaré a que llegue mi mamá y me diga que ya es hora de levantarme para ir al colegio.


¿Por qué todos se pondrán de acuerdo para dormir de noche? Pienso que sería mejor que algunos durmieran de día y otros de noche. Así los que duermen de día, vigilan que a los que duermen de noche no les pase nada, y éstos se preocupan de cuidar a los que duermen en presencia del sol. Ambos grupos de personas tienen algo por lo cual preocuparse. Debido a que el día es muy agitado y la noche extremadamente silenciosa. Mi mamá dice que cuando estoy muy callado es porque algo malo estoy haciendo. (Ella tiene razón en la mayoría de los casos. Por eso creo que alguna maldad debe estar haciendo la noche.) También creo que el día hace travesuras. Porque se escuchan bocinas, risas de niños, autos que van y vienen, conversaciones de grandes y ladridos de perros. Hay ascensores que suben y bajan, gente que camina y corre, hombres construyendo edificios, gente que llora, niños que aprenden y personas que venden. En el colegio tengo un compañero que al igual que el día es muy inquieto y la profesora siempre lo echa de la sala porque se porta mal. ¿Será que Dios echó al día porque se portó mal y por eso ahora es de noche? Y como la noche se portó igual de mal que el día, la echó, y ¿por eso amanecerá luego?

¿Vieron? El día y la noche hacen diabluras, entonces hay que hacer turnos para vigilar a los que duermen. Mi mamá dice que esto no es necesario, porque todos tenemos un ángel de la guarda que nos cuida .Y dice que me porte bien porque sólo la gente buena llega a ser ángel cuando se muere. Pero yo el otro día, escuché que mi tía decía que cada día la gente está más mala. Entonces si hay tanta gente mala, ¿Quién se convertirá en ángel? A Dios se le va a acabar el stock. Quizás un ángel tendrá que cuidar a dos personas o incluso a tres. Así que mejor me quedo despierto porque mi ángel puede estar distraído cuidando a otro.

Hace un par de día se me ocurrió que una manera para averiguar cuantos ángeles hay, podía ser preguntándole a Dios. La profesora nos dijo que cuando quisiéramos hablar con alguien muy sinceramente, lo miráramos a los ojos. Como quería hablar de corazón con Dios, se me ocurrió que si miraba al cielo, durante mucho rato, quizás podría ver sus ojos. Así que en la tarde, me acosté en el pasto y miré mucho rato el cielo. Vi ovejas, árboles, hasta vacas… pero los ojos de Dios no los pude hallar. Así que no pude preguntarle cuantos ángeles tenía. Después que no pude mirar a Dios a los ojos, quedé muy triste. Además de preguntarle por los ángeles, quería pedirle perdón, para vivir alguna vez en el cielo y estar cerca de la luna y de las estrellas. Cuando le conté a mi mamá que había estado buscando los ojos de Dios, dijo que eso no era necesario, que bastaba que estuviera arrepentido de lo malo que había hecho, y que no me inquietara por cuantos ángeles había, porque ella estaba segura que mi ángel sí se preocupaba por mí. Agregó que era bastante probable que conociera el cielo y que buscara a Dios en mi nterior. Yo lo encontré dificilísimo, así que decidí que cuando fuera más grande lo intentaría.


A pesar de lo que dijo mi mamá sobre mi ángel, prefiero no arriesgarme y mantener los ojos bien cerrados. Además sigo pensando que no sería malo que hiciéramos turnos para dormir, así me sentiría más seguro.

Estoy muy impaciente porque llegue mi mamá y me diga que es hora de salir de la cama. ¿Por qué será que cuando uno espera que las cosas sucedan, de demoran tanto en ocurrir? Es mejor esperar que las cosas sucedan. Hoy a mi papá se le perdió su reloj y mientras lo buscaba encontró su gorro que estaba perdido hace un año. Mi mamá dijo que no buscara más el reloj, porque no lo iba a encontrar, ya que las cosas aparecen cuando no se buscan. Yo me puse a pensar que se podía hacer para encontrar las cosas cuando se necesitan, y se me ocurrió que sería bueno que todas tuvieran una alarma, como los celulares, que suenan y uno los encuentra. Si todos los objeto tuvieran una alarma, sería fácil hallarlos, aunque se necesitaría un muy buen oído. Lo mismo sucede cuando uno espera que algo suceda. Porque cuando uno está a la expectativa de algo, las cosas se demoran más en ocurrir. En el caso de un acontecimiento, podría inventar una máquina del tiempo y así no tendría que esperar nada. Viajaría hacia el futuro y santo remedio. La máquina del tiempo sería el equivalente de las alarmas. Si tuviera una en este momento, adelantaría el tiempo hasta que fuera de mañana.

A propósito de que a mi papá se le perdiera su reloj mi mamá se puso a darme un discurso sobre el orden. Nunca he entendido, porque los adultos (sobre todo mi mamá), se empeñan en mantener todo ordenado. Yo creo que es una pérdida de tiempo hacer las camas en la mañana, si de noche las volveremos a usar. Ella dice que pueden venir visitas y que es feo recibirlas en un ambiente caótico, yo insisto en que las visitas no entran a las piezas, entonces da igual que las camas no estén hechas. El tiempo que se pierde haciendo las camas, podría ser utilizado en jugar y en el caso de los adultos, en compartir más tiempo con sus hijos.

Me acabo de acordar que mi mamá dijo que una buena manera para quedarme dormido era contar ovejas. Ayer en el colegio me enseñaron a contar hasta cien, así que contaré cien ovejas. El cien me gustó más que el diez, porque creo que el cero del diez se debe sentir gordo cerca del uno, mientras que el cien tiene dos ceros juntos, los cuales siguen siendo gordos comparados con el uno, pero como están acompañados no se deben sentir mal. Ya terminé de contar las cien ovejas y aún no puedo dormirme, lo mejor es que deje de pensar cosas e intente dormirme, siempre y cuando mantenga los ojos cerrados estaré seguro.

Anónimo dijo...

Lynn, creo que deberias dejar tanta humildad y escribir q este bello cuento lo escribiste cuando ibas en 3º medio y con él ganaste el primer lugar de un concurso realizado por el duocUC...
besos y gracias por compartirlo

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