05 mayo 2008

ARBITRARIAMENTE

Jorge Márquez San Martin

Debe ocurrir en todos los tipos de creación artística: existen obras difíciles de aprehender ‘de buenas a primeras’ debido a su originalidad, su constante transformación, sus numerosos estímulos.
En la mucha o poca música que conozco arbitrariamente de las últimas cinco décadas
del ‘pop’ y el ‘rock’ occidental (el jazz posee otro rango por no contener –en general- palabras), creo poder nombrar algunas de esas obras que se corresponden con la descripción del primer párrafo: por ejemplo Bob Dylan, David Bowie, Luis Alberto Spinetta… y Nick Cave.
Explico: aunque gocen de circunstanciales ‘éxitos’ comerciales, su obra se resiste a toda simplificación, a toda pronta accesibilidad, a todo facilismo, en suma, su obra se resiste al contacto perecedero con aquel que escucha, lee y mira.
Y cuál es la razón pricipal de esa resistencia? Un deseo de infantil vanguardia? Una falsa pretensión de complejidad? Un elitismo? Una oscuridad nebulosa?


La razón principal se encuentra enunciada en nuestro primer párrafo: no es fácil ‘entrarle’ a esos muchachos pues la cantitad y calidad de los factores vitales que contienen sus poemas, sus músicas, sus imágenes, no es menor.
Sus obras son complejas porque son extremadamente variadas, cambiantes, inacabadas, paradójicas.
Ya el simple o importante rol del tipo de voz juega equivocamente.
La voz de un Dylan, técnicamente, no es irreprochable según muchos y quizás tengan razón.
Pero Dylan no es una voz (es trágico-cómico pensar en esos títulos como ‘Bob Dylan, voz de una generación’ que tanto le molestaban al Dylan entrevistado).
No se trata de obras unicamente profundas, también chapotean en la superficie, como toda obra que se sabe compuesta en una época de masas en dispersión como la nuestra. Y esa ambivalencia es maravillosa.
La diferencia que hay entre un Bowie como el de ‘Hunky Dory’ y el de ‘Heart hl i ng’ es temporal y emocional. El sustrato que les une es una delgada percepción de la vigencia de una importancia, de algo real a decir y a escuchar, incluso en los discos ‘más bajos’.
Son extraños los mal llamados ‘ discos débiles ‘ de estos tipos. Para mí son ensayos, son piedras necesarias que permiten la expresión de un tiempo vivido de una manera nueva, nunca repetitiva, nunca repetida. No es poco pienso.
La creatividad, hasta lo que alcanzo a entender, necesita equivocarse y parecer opaca.
Es casi una reacción refleja de la personalidad verdadera cuando es elogiada por extraños.
Bien, todo esto se me ha venido a la mente pues Nick Cave y su grupo Bad Seeds han creado su último disco ‘Dig, Lazarus, Dig’.
Medios franceses bien especiales le han hecho un par de entrevistas. En nuestra próxima entrega presentaremos una de dos entrevistas que pensamos traducir y publicar en este medio sin pagar ningún tipo de royalty.
De esa manera, agregamos al ya enorme caudal de su música, de sus poemas y de sus videos, el factor de sus opiniones ‘culturales’.
Veremos si éstas últimas calzan con la complejidad expuesta en nuestro pequeño escrito.

Pd. Recomendación humilde: se nombraron a esos cuatro creadores Dylan, Bowie, Cave, Spinetta.
Nos permitimos recomendar para una iniciación desde cero los siguientes discos para los benditos principiantes: Dylan ‘Highway 61 revisited’.
Bowie ‘Heathen’
Nick Cave ‘ The Murder Ballads’
Spinetta ‘Los Ojos’.


Anónimo dijo...

disculpen:

pero este márquez no será el mismo que me pidió prestado los discos de almendra y a la semana siguiente se mandó a cambiar a francia?

vaya coleccionista...
seguramente creerá que así mismo hizo carrera passalacqua.

me gustaría saber francés para advertirle a todos los ingenuos que viven en ese país que tengan cuidado con ese gato de campo.

gracias.

mauricio

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