13 abril 2008

De rock ronco, influencias con influenza y canciones exhaustas


Daniel Díaz Ramírez
Primero: ¿Quién dijo que el rock (por mucho que aluda a roca) es para cantarlo con una piedra en la garganta?

Segundo: Creo sinceramente que, o se busca escuchar todo lo que venga, o no se escucha nada (cosa que a estas alturas es imposible), pues el terreno intermedio te limita a tener un referente pequeño que va a hacer que cualquier intento de creación esté encasillado bajo ese espectro, pues como el oído (perceptivamente hablando) es algo cultural, tiene como referente solo la experiencia sonora y si esa experiencia está condicionada a un referente pequeño, son pocas las posibilidades de hacer algo nuevo. De lo contrario, si se hace el intento de ampliar el espectro sonoro, saliendo tal vez del oido radial (comprediendo que la música no es solo una estructura melódica o rítmica, una escala cromática, diatónica o pentatónica, sino que es parte de un espectro mayor que se llama sonido) aprovechando las ventajas de internet, tal vez, o dejándote llevar por alucinógenos que amplíen tu percepción, forjando una gama más amplia de referentes, el oído se agudiza y logra percibir nuevas sonoridades y ante el intento de creación, tal vez, la probabilidad de crear algo novedoso sea mayor. Por qué digo esto, pues es lamentable presenciar discusiones sin sentido que se forjan a raíz de decir "tú eres un mamón" o "tú eres un cerrado". Qué más da, ambos son la cara de la misma moneda (si al final escuchar la Rock and Pop y la Futuro es la misma cosa).

El problema es sin duda la posición ante los referentes sonoros, ya que parece que la mayoría olvida que el rock es una forma de expresión artística, y como toda expresión artística debe involucrar una cuota de novedad. Sí, pues al escuchar grupos locales y toda la basura televisiva y radial, es fácil notar que confunden al grupo favorito impulsor de un sonido con la musa inspiradora. Claro, puedo escuchar mucha música y tener grupos y timbres favoritos, pero una cosa es imitar el vanguardismo y visión de ellos y otra cosa es copiarles ese timbre, esa voz personal y hacer de la influencia más bien un virus de influenza que te infecta por dentro y te hace sonar con mocos verdes. He aquí la luz, pues, por ejemplo, si hablamos de Los Beatles, fueron unos innovadores junto a su discográfica en cuanto al concepto de disco y unos visionarios musicalmente, pero eso lo lograron una vez que sacaron "Revolver", momento en que se desmarcaron completamnete de los covers y del rhythm and blues (o sea, hacer covers tampoco es condenable, pero una cosa es eso y otra es hacer un tributo, dejemos claro ambos conceptos. Sí, porque el cover es una reinvención de un tema, o sea, un tema de otro al estilo de uno, porque si vamos a hacer una copia calcada hasta con los peos que se tira el tributado en el escenario, mejor seamos honestos y presentémonos cono banda tributo que se le hace cariacias tiernas al tributado). El punto es que (como ejemplo local) muchos grupos de chilito (peco de peyorativo, pero filo) lo que hacen es copiarle el timbre, esa voz personal a Los Beatles y no su visión innovadora post “Revolver”. No sirve hacer rock o cualquier música por más popular que intente ser solo referido a timbres ya escuchados, si es por eso, me pongo a hacer reguetón pa que me confundan con un virus más sin nombre. Al final, te ligan a un sonido y timbre determinado y no de acuerdo a tu propio nombre, a tu propia propuesta.

Tampoco se trata de olvidar todo lo escuchado, porque eso es imposible, siempre va a pesar de alguna forma, pero el punto es que eso no se transforme en Karma. Se trata más bien de construir sobre eso y no bajo eso. Al final, porque lo entendieron así (conciente, bajo los efectos de la droga o inconcientemente) es que Genesis (con Peter Gabriel) suena a Genesis, Yes (su formación clásica) suena a Yes, Led Zeppelin suena a Led Zeppelin, The doors suena a The Doors, Pink Floyd suena a Pink Floyd, King Crimson Suena a King Crimson, Yetro Tull suena a Yetro Tull, Los Jaivas suenan a los Jaivas, Los Tres suenan a los Tres, The Beatles suena a The Beatles, Acoustic Ladyland suena a Acoustic Ladyland, Iron Maiden suena a Iron Maiden, Black Sabbath suena a Black Sabbath, Primus suena a Primus, Congreso suena a Congreso, Picasso pinta como Picasso, Nicanor Parra escribe como Nicanor Parra, porque entendieron que esto es arte y como arte debe representar una voz propia más allá de la tendencia seguida. Por lo tanto, en la medida en que no entendamos que como propuesta artística debemos ser un aporte y no una carga más, seguiremos sonando como esto o aquello, menos como nosotros (claro, eso no significa necesariamente caer en el virtuosismo o alejarse de la gente, pues ambas cosas pueden convivir sin problema. Aunque personalmente creo, al igual que el Compositor de música electroacústica Schaeffer, que un instrumentista debe perfeccionarse día a día en su instrumento buscando una voz y técnica personal en dicho instrumento y así encontrar nuevas sonoridades, porque occidente nos tiene cegados haciéndonos creer que solo existe una escala de 12 semitonos iguales. Bueno, la guitarra está construida para esa escala, producto de los trastes (la afinación del piano igual) así que de alguna forma estamos fritos, pero se pueden hacer cosas nuevas igual). Mientras no se entienda que hay que buscar una voz propia, un timbre propio en el arte más allá de nuestras influencias o gustos personales seguiremos siendo unos Los Tres más, o unos Red Hot Chili Peppers más, o unos The Beatles más, o unos Pink Floyd más, o unos Los Jaivas más, o unos La Renga más, o unos Serú Girán más, en definitiva, un virus más de influenza, y no unos Rey Elefante que suenen a Rey Elefante, unos Cerro Negro que Suenen a Cerro Negro, unos Atrapados que suenen a Atrapados o unos Mala Sangre que suenen a Mala Sangre.

Tercero y último: El punk más allá de ser una respuesta que surgió a raiz de un descontento juvenil en contra de la monarquía, como movimiento musical (aunque detrás del armazón de grupos como Sex Pistols o The Clash hubo productores renombrados que hicieron vender la pomada), fue una respuesta al rock de adultos que en los setenta se fue complejizando cada vez más, llegando a canciones muy largas y virtuosas. Por ello se apostó por canciones sencillas, cortas, directas y viscerales. Pero quién dice que debo hacer canciones de 2, 3, 4 minutos o más, menos o más complejas, imitando ese modelo o el de el rock clásico. Siempre habrá alguién que me entienda y que te entienda y que nos entienda y que está a la espera de un aporte nuevo y hastiado de formatos y canciones y temáticas que están exhaustas. Hay que despertar por favor, la tele murió, la radio también, internet es la clave, lo maneja uno, ya no hay excusa para justificar el venderse a la tele o buscar un cupo en la radio limitando la música a cierto espacio de tiempo y formato repetitivo. Personalmente creo que Beethoven vivo en estos tiempos estaría viendo videos en Youtube, bajando música en Ares y dispuesto a subir su sonido intemporal hecho en frutilups junto a Pitágoras.

Valeria dijo...

Interesante. Me gusta ese idealismo tan propio de los años universitarios, que algunos tratamos de mantener toda la vida. Me gusta la idea de hacer la cosas mirando para el lado pero haciendo caso solo a lo que escuchamos desde dentro. Me gusta la idea de ser originales, aunque creo que el post es mas sobre la vida que sobre la música. Ajustarse a ciertos patrones ya probados, aceptados y masificados por la necesidad de aceptación y reconocimiento no es solo un mal musical de nuestros tiempos, es un mal social, que da origen a las tribus urbanas, a facebook, al reggeton y el axé, a los pantalones pitillo, a la anorexia. Tan terrible como coldplay tratando de sonar a radiohead.
Mi única crítica: la autorreferencia. Deja que sean otros los que digan que mala sangre suena a mala sangre. No peques de soberbio.

Deja aqui tu comentario